
Antes de nada, definamos el concepto: el marketing de contenidos consiste en crear el tipo de información que le interesa al público objetivo de tu marca. En ningún caso se trata de contenido promocional. Es más bien el punto de unión entre lo que el target quiere leer y lo que a la empresa le interesa comunicar; que acaba siendo lo que la compañía debe decir. El fin de este tipo de marketing es atraer al cliente.
Entonces, ¿es el contenido el rey del marketing? Lo cierto es que está por encima de cualquier estrategia, es transversal y rige todas las acciones a realizar. Construye reputación de marca. El objetivo de esta filosofía es o incrementar la visibilidad, o las ventas de la compañía o fidelizar a los clientes. Y el contenido lo logra, con costes reducidos, a través de derivar tráfico a la página web principal y de posicionarse en buscadores. Este tipo de marketing no pide nada, ofrece información al usuario y este, si lo considera adecuado, se pone en contacto con la empresa.
Como siempre, hay que conocer bien a quien nos dirigimos, no sólo su perfil socio-demgráfico, sino también sus intereses relacionados con nuestra empresa, las redes por las que se mueve y, quiénes son los influenciadores del sector en el que nos movemos. Una vez sabemos lo que queremos conseguir, de qué vamos a hablar y a quién nos dirigimos, hay que definir cómo hacerlo. Posicionarnos y encontrar un estilo propio, un tono editorial, que nos diferencie de la competencia. Aquí nos distanciamos del contenido corporativo, más propio de la página web, y entra en juego lo conocido como storytelling, el arte de contar las cosas de una forma atractiva, como si de un cuento o historia se tratara. Si me permitís la expresión cursi, escribir algo bonito.
Llega el momento de elegir los canales por los que distribuir el contenido. Aquí el blog es una de las armas más potentes, junto con las redes sociales. En un mundo ideal, cada herramienta utilizada debería tener su propia linea editorial, aunque compartiera el tono homogéneo a nivel de estrategia. El marketing de contenidos no consiste únicamente en crear contenido propio, sino también en utilizar contenido de otros, curación de contenidos, en reciclarlo, para publicar en otros medios no propios e incluso de republicar (e-books, slideshare…). Es conveniente tener un calendario de acciones previstas clasificadas por canal para saber cada cuanto moveremos contenido y dónde. Finalmente, como toda acción marketiniana, es necesario evaluar los resultados, red por red, para saber si nuestra estrategia está bien montada y comenzar de nuevo ajustando lo que no ha acabado de funcionar a la primera. Pero este tema da para un post propio.
Para los que queráis saber más sobre marketing de contenidos, os recomiendo el blog de Eva Sanagustín, una experta en el tema de la que he aprendido mucho.
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